Sarah Brightman (52) siempre lució una belleza muy interesante, y las cirugías que venía haciéndose eran lo suficientemente sutiles como para dejarle un rostro natural a la vista. Incluso a una edad madura, todavía seguía aparentando menos edad.
Pero todo pareció dar un vuelco el pasado 13 de abril, cuando se presentó en los estudios ITV y fue captada como se puede observar en la imagen de arriba, con un rostro que parece inflamado, con exceso de botox, implantes de mejillas, y vaya a saber qué otros "retoques". Incluso parece impedida de una expresión normal. Sarah acaba de ingresar a la lista de figuras que por abusar del botox, terminaron con un rostro deformado, el cual recibe el nombre de "Pillow face" (cara de almohada). Una verdadera lástima.