Un actor que en su juventud estaba muy bien de aspecto, ahora luce como un monstruo desfigurado (y eso que la foto publicada es una de las mejorcitas). Su carrera de boxeador, en la que supuestamente le llenaron la cara de dedos, los excesos y cirugías mal hechas, le modificaron completamente el rostro. Su regreso al cine luego de la etapa pugilística no le otorgó papeles destacados, pero en estos últimos años ha vuelto al ruedo con películas que han recibido muy buenas críticas tales como Sin City o El Luchador. Según el ranking elaborado por la “Guía del buen cirujano”, es uno de los peores 10 rostros de Hollywood.